martes, 19 de febrero de 2013

LES LLEGÓ EL TURNO A LOS AYUNTAMIENTOS


El periódico anuncia la modificación de la Ley de Bases del Régimen Local.
Vaya por Dios, el jueves, fue el tema estrella de una de las reuniones de trabajo y el sábado sale publicado en periódicos y en telediarios.
A mí particularmente me jode bastante, y no porque me dedique a la política, Dios me libre, ni siquiera porque me afecte en tema de sueldos, que ya es lo que me faltaba, ni siquiera trabajo para ninguna administración local, que sí que sería una opción.
Sin embargo, me da de pleno por dos motivos, en primer lugar porque como ciudadana, me da la sensación de que voy a sufrir un traspaso de competencias, en sanidad, educación y servicios sociales, que me sugieren un cierto distanciamiento de unos servicios a los que “tenía” derecho, hiciera o no uso de ellos; y en segundo lugar porque uno de los proyectos en los que estoy trabajando, acaba de perder su fundamentación y aunque creo que no se va a descartar, sí que tendremos que pasarlo a otro equipo de trabajo, pues se escapa de nuestras posibilidades.
Saltando el tema del traspaso de competencias y entrando a fondo en temas económicos, surgen en mi cabeza un montón de preguntas ante la nueva situación de aquellas poblaciones de menos de 1000 habitantes. De momento y sin correr mucho, sus alcaldes no tienen derecho a cobrar nada de nada. Y  digo yo: “Los alcaldes ¿tienen derecho a ir a la huelga?, ¿pueden coaccionar a algún vecino de la localidad que no esté empadronado para que lo haga cuanto antes?, ¿dependerá el sueldo de un alcalde de si algún vecino al que no le caiga muy bien se empadrone en el pueblo de al lado? ¿Vale robarse vecinos de una localidad a otra? ¿Empadronarse lleva compromiso de permanencia? Por Dios, que sin vivir.
Y esto que estamos hablando, en muchos casos, de sueldos inferiores a los 21.000 € frente a los 110.000€ que cobra el alcalde de Barcelona. Vamos, una sutil diferencia de algo más del 80%. Y aunque algunos no se merecen, como diría alguien, ni el aire que respiran, pues son unos hijos de su Santa Madre, otros van a pagar lo que los pecadores se han llevado, siendo la honradez o la falta de la misma, totalmente independiente del número de habitantes de la localidad que gobiernan.
Aunque eso sí, esto va a suponer un ahorro monumental de más de 7.000 millones de euros (que se dice pronto), que visto lo visto, no tengo muy claro a las arcas de quién van a ir a parar.
Y es que eso de que David gane a Goliat, se da poca veces en la historia. El grande sigue siendo el grande y tiene la fuerza… en la trompa, ¿Dónde si no?


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