lunes, 31 de diciembre de 2012

ÚLTIMA ENTRADA 2012


Llegados a este punto, creo que he llegado hasta el tope de lo que mi economía y mi cuerpo pueden aguantar en cuanto a Fiestas Navideñas se refiere.
Están siendo unos días de agradables reencuentros y actividad continua, pero como todo tiene su final, si nada y nadie lo estropea, tras la fiesta de Nochevieja de esta noche, y con el comienzo del nuevo año comenzarán los nuevos propósitos destinados a ser evaluados de aquí a un año.
No es un punto y final, ni siquiera un punto y aparte, pero sí un punto y coma muy propio para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas. Y vaya si los años tienen comas.
Lo que queda de día nos lo pasaremos usando la coletilla “el/la último/a…del año” para cada una de las actividades que realicemos: la última caña del año, el último paseo del año, la última compra del año…
Así y con esta frase dejo mi “última entrada del año” deseando a todos un FELIZ Y PRÓSPERO 2013.

domingo, 30 de diciembre de 2012

MIRANDO HACIA ATRÁS Y HACIA DELANTE


A veces, cuando una se dedica a mirar hacia atrás, se le va la vista más de la cuenta.
Estas fechas son muy propias para hacer ejercicio de repaso, y esta tarde tras salir de la última visita del año a la biblioteca, ha surgido una noche de chocolate calentito, churros y brasero con una compañía inmejorable, todo ello muy propicio para hurgar en la memoria.
El balance, que en estas circunstancias suele ser anual, se nos ha ido un poco de las manos y ha abarcado algo así como una generación y media, llegando incluso a comentarios sobre lugares y hechos que sucedieron antes de que yo naciera.
Hemos hecho una parada especial en algo que, en la época en que yo era bebé, estaba muy en auge y de lo que según me contaron años después yo fui una víctima. “El mal de ojo”. Aquello no tuvo consecuencias pues mi Tata, que estaba muy puesta en estos temas, me llevó a casa de la señora Eusebia, especialista en tratar estos asuntos, que me aplicó los remedios de la época entre los que se incluían llevar las braguitas del revés durante un mes, más o menos. Cómo entonces yo tenía algo menos de un año, gracias a Dios, no tuve ni oportunidad de traumatizarme.
Unos temas han ido llevando a otros que han terminado en varios ataques de risa, que aunque no han facilitado en absoluto la digestión de los churros, si que nos han proporcionado una agradable sensación anímica y una noche perfecta.
Ahora de vuelta en casa, me pregunto si no debería buscar información sobre alguno de estos rituales que mucha gente tiene por costumbre realizar en el momento del tránsito de un año a otro y que te garantizan salud, dinero y trabajo; aunque no soy yo de mucha parafernalia, la verdad.
De todas formas y aunque no sé si algunos de estos remedios pueden servir también para prevenir las malas historias, voy a aprovechar que todavía tengo tiempo y pensaré cómo voy a ponerme la ropa interior mañana para dar la bienvenida al nuevo año, si del derecho o del revés. Si entonces funcionó ¿Por qué no ahora?

viernes, 28 de diciembre de 2012

OTRO RECORTE MÁS


Hoy 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. ¿Pero aún quedan de esos?
Habría estado bien que todo lo que tenemos encima hubiese sido una simple inocentada. Que al finalizar el día alguien hubiese dicho: “Señores y Señoras, no se preocupen que todo esto ha sido una cruel broma, pero broma al fin y al cabo. Mañana todo quedará restablecido y volverá a ser como antes.”
A los recortes a los que estamos siendo sometidos desde hace un tiempo, hoy he tenido que sumar el recorte en horario y número de trenes del metro para desplazarme por Madrid. Esta mañana, al entrar en la estación de metro, una voz que salía de unos altavoces anunciaba: “Atención por favor. El comité de empresa tiene prevista una parada del servicio durante los días 28, 29…de diciembre. En el caso de que la parada se llevara a cabo se han establecido unos servicios mínimos que pueden consultar en la estación de metro. Buenos días.”
Evidentemente no ha sido ninguna inocentada y mientras esperaba mi tren en Plaza de Castilla apareció un mensaje en las pantallas que anuncian la próxima llegada que textualmente decía: “El próximo tren no admite viajeros” Y no sólo no admitía viajeros sino que cuando ha llegado a la estación han desalojado a los que venían montados en él.
Hasta el siguiente tren hemos tenido que esperar casi veinte minutos. Yo le he echado toda la paciencia del mundo, principalmente porque estoy de vacaciones. Lo entiendo, lo respeto y me jodo, pero la mayoría de las personas afectadas llevaban una “leche” de muy señor mío, dispuestos muchos de ellos a poner las reclamaciones a no sé qué y no sé dónde.
Lo único bueno de ese trayecto ha sido ver y escuchar a dos señores que comentaban muy técnicamente un libro que uno de ellos sostenía entre las manos: “Julián Benavente Huertas. La voz de la memoria”. Como es lógico, no entré en la conversación, primero por educación ya que nadie me había invitado y segundo por prudencia, pues de la memoria histórica tengo poco conocimiento, pero me ha hecho ilusión escucharlos ya que asistí a la presentación de ese libro, lo he leído, conozco a su autor y siempre me alegro del éxito de las personas a las que aprecio.
Finalmente llegar a mi destino me ha llevado más de una hora y media, porque en las siguientes estaciones donde he tenido que cambiar de tren se ha repetido el tiempo de espera debido a esas paradas que a los usuarios nos recortan servicios, pero que quieren demostrar lo injusto de los recortes que los trabajadores están sufriendo.
En fin, recorte por recorte, igual a recorte al cuadrado.

jueves, 27 de diciembre de 2012

LA GRAN BATALLA


Esta mañana cuando tomaba conciencia del día, una espada sideral amenazaba con taladrar mi cara con su rayo laser. Mi despertar, habitualmente lento, se ha precipitado obligándome a realizar un par de ágiles giros para coger un escudo protector. Esto me ha permitido llegar hasta mi espada con la que he luchado hábilmente hasta que mi oponente ha hecho una habilidosa y rápida recarga que hacía que cada vez que me rozaba con su arma me produjera una terrible descarga eléctrica que me dejaba temblando durante algunos segundos.
Cuando conseguí llegar a mi trinchera pude coger el resto de mis armas y contraatacar, pero mi principal enemigo iba agotando mis vidas una tras otra, pues como tiene 5 años, me supera en imaginación y ha conseguido unas armas que ya las quisieran los de la Guerra de la Galaxias.
En el desarrollo de mi última vida, todos los cojines de la casa ya habían caído en su labor de escudos, de bombas y de arietes, las sábanas habían servido como redes de piratas del espacio y las zapatillas que han caído en nuestras manos habían sido nuestros sistemas de teletransporte hasta haberlas usado todas.
En la última de mis muertes mi sobrino se declaraba vencedor saltando ya por el salón de la casa y gritando a viva voz que era el mejor luchador del espacio.
Recoger todo antes de desayunar, ha sido una laboriosa tarea, pero ha merecido la pena. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con una batalla tan completa a pesar de encontrarme en clara desventaja.
Dudo que alguien me pueda hacer un regalo de Navidad mejor que esa gran batalla, con su sonrisa final y el abrazo de consuelo de vencedor a vencida.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

NAVIDAD Y EN MADRID


Haber tenido pocos días de vacaciones en verano, me ha permitido este año disponer de unas navideñas vacaciones.
De vacaciones siempre se está bien, pero he descubierto que en Navidad, tienen un toque especial y en si pasas unos días por Madrid completa bastante.
Dando los últimos toques culturales al año, hoy ha tocado cine, y he disfrutado esta noche de la película “Los Miserables”, con la que me he reído y he llorado en varias ocasiones, más de los último que de lo primero, pues, como todos sabemos, es un dramón de tomo y lomo.
El conjunto de música e imágenes han provocado una considerable revuelta de sentimientos en mi interior que al salir de la sala han hecho que tuviera que limpiarme las lágrimas y recomponerme un poco para poder comentarla con mi acompañante.
Mañana tocará alguno de los museos que tengo en mente, porque Madrid, es lo que tiene, demasiada oferta y tengo que sopesar un par de cuestiones antes de elegir. Con eso daré por finalizado el programa cultural 2012.