miércoles, 20 de febrero de 2013

HASTA EL MOÑO


He tenido una mañana de caldeos y de elaboración de informes, donde prima, por encima de todo, el nombre de aquel al que van a colgar la medalla, junto a su cargo correctamente detallado, minorando la importancia del contenido,
He podido comprobar que el reparto de competencias no va en relación al sueldo asignado, y la asunción de responsabilidades baja en el organigrama como la renta básica.
He corrido el riesgo, no de que me despidan, sino de que me den un golpe en la nuca, como a los conejos, porque con esa manía que tengo de no callarme, algún día alguno de mis jefes me va a dejar en el sitio.
Después de todo esto, he decidido escribir algo antes de enfrentarme a la cantidad de incoherencias, que por parte de unos y otros, voy a escuchar en el Debate de la Nación, aún a riesgo de pegar un reventón a consecuencia de la indignación.
Y es que si reviento, luego, no podré decir que estoy, como la mayoría, ¡Hasta el Moño!

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