lunes, 29 de julio de 2013

JUEGO DE MARIONETAS

Esta mañana, tras una satisfactoria reunión en el Ministerio, una de las compañeras emitía un comentario que, aunque era común al resto del equipo, nadie se atrevía a pronunciar: ¿Cuántas reuniones como esta tendrán al cabo del día?
Las conclusiones, a pesar de ser buenas, han quedado en futuras visitas del Ministro a los proyectos puestos en marcha, en futuras colaboraciones internacionales con Latinoamérica y en promesas, que llegado el momento, ya veremos si se pueden cumplir.
En ese momento no he podido evitar acordarme de la noticia que es portada y cabecera de telediario, estos días. El accidente de tren en Santiago. La imagen de esos políticos acercándose al lugar del accidente, con cara compungida. Y no dudo que se sintieran así, pero creo que todo, incluidas las expresiones que deben mostrar en sus rostros, están escritas en el procedimiento protocolario, y para mí, eso, le resta toda la humanidad que dicen trasmitir.
Después de eso, las noticias hábilmente manipuladas (unas más que otras, por lo de hábilmente, claro) nos bombardean hasta el punto de no poder distinguir realidad de ficción.
Y con o sin políticos, con solidaridad o sin ella, con hospitales públicos cerrados y hospitales privados atendiendo a los heridos, con psicólogos que ayudarán a pasar el mal trago a los que lo presenciaron como víctimas o como testigos, con un maquinista culpable o inocente, pero culpabilizado, la única realidad es que allí han fallecido 79 personas, con todo lo que eso conlleva.
En mi familia, Galicia es especial, y los gallegos lo son mucho más.
Que esto suceda en cualquier parte, me encoge el alma, que suceda allí, no puedo evitarlo, pero me duele mucho más.
Yo salí de Santiago el día 29 de junio y vuelvo a La Coruña, el día 25 de agosto. Entonces hará un mes de la catástrofe, y allí será de los pocos sitios, donde todavía se hablará de ello. Mi madre, que quería que hiciéramos un viaje en tren hasta Santiago con el pequeño de mis sobrinos, me decía con lágrimas en los ojos, que no sabía si sería capaz de bajar a Santiago, que le daba mucha pena.
Por esas fechas, los políticos ni siquiera pensarán en el accidente, tal vez como tampoco lo harán en las promesas y propuestas de esta mañana, porque el protocolo les dice lo que deben hacer y decir en cada momento. La “verdad” les da igual, porque en definitiva, no dejan de ser marionetas perfectamente articuladas. Tan sólo nos falta por averiguar, como en el Mago de Oz, quién es el que maneja los hilos.

viernes, 19 de julio de 2013

THIGH GAP, “DÓNDE VAMOS A IR A PARAR”

Ayer, mientras comía con mis padres, en su casa, donde solemos pasar los veranos, mi padre emitió un “Dónde vamos a ir a parar” que me sobrecogió un poco.
Su mirada apuntaba hacia la televisión que emitía noticias a las que yo no les prestaba mucha atención, pues charlaba de forma entretenida con mi madre.
Como es costumbre de mi padre invitar a acompañarnos en nuestras comidas, a toda la clase política y judicial con sus respectivas familias, hice caso omiso al comentario  para evitar semejante acompañamiento.
No obstante, mi padre insistió en sus comentarios y al resto de los comensales no nos quedó más remedio que mirar hacia la tele y ver qué era eso que estaba sucediendo y que le estaba alterando de esa manera.
El fenómeno se llama Thigh Gap, y consiste en una nueva moda estética que promueve que las mujeres, principalmente adolescentes, consigan tener las piernas tan delgadas que provoquen que entre ellas haya un espacio lo más amplio posible, es decir, que los muslos ni se toquen, tal y como muestra la imagen.
Imagen obtenida de Informativos Telecinco
Una vez más, y como suele ser habitual en mí, vuelvo a no ir a la moda, ni a tomar el más mínimo interés por hacerlo. Además de resultarme estéticamente horrible, me parece una auténtica salvajada física.
La preocupación de muchos padres y madres, radica en la forma que este tipo de modas pueden afectar a los miembros, en este caso, femeninos de sus familias, y en el caso de mi padre, concretamente, son mis sobrinas, que acaban de entrar en esa etapa, donde suelen ser más vulnerables e influenciables.
Como decía mi abuelo en estos casos, lo mejor es que no te toque. Pero lo realmente lamentable es que le toque a alguien; que se siga promoviendo la delgadez extrema con el riesgo que eso conlleva de derivar en enfermedades como la anorexia y que no haya forma de parar un fenómeno estético-social que atenta contra la salud.
Al parecer ya hay páginas en internet, con todo tipo de indicaciones, dietas, ejercicios e incluso la cirugía, para conseguir semejante aspecto. No dejo ningún enlace por razones más que obvias.
Facebook, quien puede permitirse el lujo de censurar páginas donde aparecen fotografías de torsos femeninos desnudos, simplemente porque no les parecen adecuadas, tiene una página para el thigh gap que ya cuenta con más de tres mil seguidores. Hay que entender, por tanto, que esta moda estética, cuenta con el beneplácito de esta famosa red social.
Como decía mi padre, y con toda la razón del mundo: “Dónde vamos a ir a parar”.

miércoles, 17 de julio de 2013

2º TRIMESTRE FISCAL DEL 2013



Son las once de la noche y mis ojos siguen pegados al ordenador y mi mente realizando cálculos mentales que acompañan a los que, de forma casi automática, realizan los distintos programas con los que trabajo.
Es 17 de julio y como casi todos los años por estas fechas me encuentro apurando plazos. Esto ya es como una tradición, así que la cumpliremos, esperando como siempre, llegar aunque sea justito, justito.
El día 22 de julio cumple el plazo para la autoliquidación del 2º trimestre del IVA y del IRPF, y el día 25 el del Impuesto de Sociedades.
A partir de ahí, miraré el verano con otros ojos.

martes, 16 de julio de 2013

DOLOR DE ORGULLO



Ya me tocó. Ayer me estrené en eso de pagar por aparcar en la zona azul.
A pesar de que va totalmente en contra de mis principios, me toca entonar el “mea culpa”. Sí, yo he sido una de las que ha pagado por aparcar.
Decir que tenía motivos, que llevaba a mi madre al centro y ella no puede hacer grandes desplazamientos a pie, suena a excusa barata, a pesar de ser cierta.
Después de un par de vueltas con el coche por calles cercanas que no tienen grafiteado el suelo, mi madre me miró con cara de circunstancias, como queriendo decirme: ¿Qué carajo estás haciendo? Tras la mirada y conociéndome mejor que nadie, se echó a reír. Era obvio que tenía que aparcar en los espacios delimitados por las rayas azules y aquello me dolía en lo más hondo. Pero no me quedaba otra alternativa, en algún sitio tenía que meter el coche.
La cuantía es lo de menos, no fue mucho, pero eso no hizo que mi dolor de orgullo fuera menor.

domingo, 14 de julio de 2013

CAMBIO DE LOOK

Como claramente muestra la imagen, nuestra palmera, que nos viene acompañando desde hace más de cuarenta años, necesitaba pasar por la peluquería, por un lifting y algún que otro retoque.
  




Como en este mundo hay profesionales para todo, para esto no iba a ser menos.
El especialista llegó a las ocho de la mañana y la verdad es que verlo en acción sorprende bastante. Subió como si ese fuese su medio natural. Cada vez estoy más convencida que venimos del mono.
Comenzó por la parte de abajo y fue ascendiendo, caminando sobre el tronco de la palmera de forma circular, rodeándola, como si subiera por una estrecha escalera de caracol. La rapidez y la normalidad con que se movía, nos hacía pensar que desafía la fuerza de la gravedad. 
 


En algo más de una hora el señor ya se encontraba casi arriba del todo y seguía cortando y cortando, mientras los restos, que después teníamos que recoger nosotros, caían sobre la piscina parcialmente tapada.

 






Nosotros, confiando en el buen hacer del profesional, no dimos ninguna indicación. Él como no le decíamos nada, seguía cortando, y si nos descuidamos no le deja ni una hoja.
El cambio de look ha sido impresionante.









Ahora luce alta y delgada, tras una increíble transformación.