Es genial vivir en la inopia, no he leído ni un solo
periódico en toda la semana ni he visto un solo informativo. Algunos
comentarios de café del tipo “Bárcenas va a la cárcel sin fianza”, me han
permitido participar de alguna que otra conversación pero sin profundizar mucho
y por supuesto evitándome caldeos.
Mis prioridades eran otras y además, estas, me han
permitido vivir experiencias a las que creo que les voy a coger el gustillo con
cierta facilidad.
Ha habido una que me ha resultado especialmente
agradable. Por una vez, y espero que sirva de precedente, ante un incidente
bastante importante, he adoptado la postura de agente mediador y
tranquilizador, y he permitido que sea otro el que adopte el rol del cabreado
que pega voces y que pone a todo el mundo en su sitio.
No ha estado mal. Mi indignación y consecuente
enfado ante el incidente, me ha durado el tiempo justo para pasar el testigo, y
a partir de ahí, pues a restarle importancia y a disfrutar de la vida.
Creo que esto es a lo que llaman “reparto de tareas
y responsabilidades” y mira por donde me ha gustado. Por supuesto, tendré que volver
a probarlo y si funciona igual, me lo quedo.