La canté, pero no la sentía. Removió mi alma y
emocionó, pero no era la mía.
Hoy la encontré, aunque sólo durante un rato. Me acompañó
mientras caminaba hacia el hospital, pero no quiso entrar y no se quedó a
esperarme a la salida.
Suele venir conmigo en mis viajes, pero a veces… a
veces, salgo con tanta prisa, que no le da tiempo a alcanzarme.
Creo que sólo me hace saber que está ahí, así, sin
más compromiso, como lo que es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario