viernes, 13 de diciembre de 2013

LA BARRA DE HIELO

Siendo niña, cuando algún suceso era digno de ser olvidado, mi abuela me daba indicaciones para que lo apuntara en una barra de hielo. Por el contrario, cuando sucedía algo memorable, su recomendación era que lo apuntara donde no se borrara.
Pasados algunos años mi abuela me explicaba que al decirme que apuntara las cosas en una barra de hielo, realmente me pedía que el suceso se olvidara en no más tiempo del que tarda en deshacerse el hielo, mientras que cuando lo que quería es que lo apuntara donde no se borrara su pretensión era que no se me olvidara nunca, o que lo tuviera siempre presente.
Del día de hoy apuntaría muchas cosas en la barra de hielo. Pero hay una, una sola, que no es que la tenga que tener presente todos los días, pero con seguridad absoluta no volverá a repetirse jamás y no me gustaría que se me olvidara. Esa, irá directamente donde no se borre.

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