Nunca llueve a gusto de todos, pero ya no llovía a
gusto de nadie.
Por fin han cesado las lluvias.
Hace unos días, aprovechando los primeros claros, la
salida al campo era visita obligatoria y nuestra elección fue el Parque Nacional
de Cornalvo, cerca del agua, por aquello de ver hasta donde había llegado el
nivel.
El paisaje, espectacular y el estar un rato cerca
del embalse, pura terapia. Las imágenes lo dicen todo.
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