jueves, 18 de abril de 2013

LA INVASIÓN DEL EROTISMO


Centro comercial de turno, sección libros, búsqueda de un libro en concreto para un regalo. Chasco, el título que buscaba no estaba.
Vistazo a un expositor, vistazo al expositor de enfrente y de pronto ¡Zas! Novelas eróticas. Encabezando la lista de los más vendidos, el ya famoso Grey y sus “afaires”, seguido muy de cerca de… Dios mío, ¡ha llegado el destape! El número de títulos y ejemplares, era muy superior al de otros géneros.
Parece que nunca se haya escrito novela erótica y que esta autora haya abierto la Caja de Pandora.
No puedo entender que hace un año se leyeran estas novelas casi a escondidas y ahora se comenten las mejores jugadas hasta en el facebook, como las del futbol. Les llaman fenómenos literarios, tendencias…
Aquí me acuerdo de Kiko Pérez y sus borregos.
Sin haberlo leído, me encuentro ya un poco saturada. Cuando algo tiene unas críticas tan desmesuradamente buenas, no sé por qué, a mí me da mala espina. Este libro, tuvo un paso fugaz por mis manos, y más fugaz aún por mis ojos, sin embargo no consiguió llamar mi atención. Las fieles seguidoras de Grey, de mi entorno, me dijeron en versión “sound round 5.1”, que mi problema era que no había llegado a la parte interesante. Posiblemente, pero tendrá que esperar a que finalice la lista de títulos a los que sí les tengo muchas ganas y entre los que seguro que también encontraré erotismo y sensualidad, pero que creo que tendrá más estilo y lo apreciaré más.
Entre todo este erotismo, entre novelas “tochos”, que no bajaban de quinientas páginas, me he fijado en un librito finito, discreto y casi escondido: “Las cincuenta sobras de Gregorio”. Este será uno de los que caigan, pues creo que al menos tendré alguna sonrisa asegurada.
¿Literatura erótica? Por supuesto que sí, pero cuando me apetezca o me llame la atención y no porque me lo imponga una "moda".

No hay comentarios:

Publicar un comentario