Ya están aquí las navidades.
Es curioso, en junio, en pleno período de
declaraciones de la renta, cuando tengo mayor poder de convocatoria y me reúno
con quienes son fieles a esa cita, me acuerdo de las navidades, mientras que
ahora en Diciembre, inevitablemente, me acuerdo de junio y sus declaraciones, primero
porque ya sólo quedan cinco meses para empezar con los ajustes de cuentas y segundo
porque tenemos hasta el día 31 del presente para realizar todas aquellas
inversiones que podamos abarcar y que preferiblemente sean desgravables, como
por ejemplo las aportaciones a los planes de pensiones.
Siendo consciente de que este año, va a estar la
cosa más complicada para los trabajadores de la administración pública por la
incertidumbre creada en torno a la, ya famosa, paga de navidad, me imagino a
según quien planteándose si el poco dinero con el que cuentan se lo gastan en
regalos navideños o lo invierten, por ejemplo, en la compra o rehabilitación de
la vivienda, aunque habitualmente les puede la cuestión comercial, la del
cariño y la de “mi hijo no va a ser menos que nadie”.
No obstante y en todo caso, sería conveniente echar
algunas cuentas y ver si merece la pena hacer algún tipo de esfuerzo económico
para buscar algo con lo que desgravar, porque en junio, cuando aquellos a los que
les sale a pagar, me preguntan qué pueden hacer, mi respuesta siempre es la
misma: lo siento mucho, llegas seis meses
tarde.
Para aquellos que intenten ser previsores, os dejo
un enlace al blog de Impuestos Renta, donde podéis encontrar información
sobre cuestiones fiscales y un vídeo indicativo de cómo descargar un simulador
de la renta de 2012, aunque siempre podéis consultar a vuestro asesor o asesora
habitual y que os aconseje cómo
proceder.
Feliz inversión o felices compras. Aplíquese lo que
proceda.
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