lunes, 17 de diciembre de 2012

NUNCA JAMÁS


En el visionado de un vídeo en YouTube, del que os dejo el enlace, una mujer lee un emotivo discurso en el que una y otra vez repite: “nunca jamás podrán arrebatarnos el legado…, que nunca jamás una hija tenga que asomarse cada día al muro de un viejo hospital para ver pasar los camiones de presos y buscar a su padre entre los futuros fusilados, que nunca jamás una mujer con talento y valentía tenga que huir de su casa para nunca volver” https://www.youtube.com/watch?v=uhMvL6FrH9g

“Nunca jamás” es la frecuencia con que determinados actos deberían suceder.
Lejos de ideologías políticas o religiosas, nunca jamás se deberían haber producido las matanzas que, escudadas en guerras provocadas por el ansia de poder, se han llevado a cabo a lo largo de la historia y que generaciones anteriores a las mías vivieron en primera persona.
No estamos hablando de hace tanto tiempo, o sí, porque por desgracia, esto que no debió suceder nunca jamás, se ha repetido a lo largo y ancho del planeta desde tiempos inmemorables y sigue sucediendo hoy día.
En mi caso eran retazos de recuerdos de historias contadas a media, que formando un pequeño puzle fue tomando algo de forma con la lectura de libros de historia, al que ahora, se suman noticias hábilmente manipuladas por los medios que muestran un desgarrador presente y que nos demuestran lo poco que han cambiado algunas cosas.
Nunca debió suceder y jamás debería volver a pasar.

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