Donde menos te
lo esperas, siempre hay alguien dispuesto a darte una puñalada trapera, es más,
visto lo visto, me puedo imaginar a gente haciendo cola para ello.
Lo difícil de
esta noche va a ser encontrar una posición para dormir, sin que el puñal en sí
se clave más, si cabe.
No obstante,
como tengo por costumbre dormir boca abajo, con un poco de suerte, si me muevo
poco y el dolor me deja, pordré conciliar el sueño y mañana será otro día.
Siempre que llueve, escampa. Además, cuanto más intensa es la oscuridad en el túnel, más cerca está la luz que anuncia la salida.
ResponderEliminarDe momento y a la espera de un deslumbramiento me iré tejiendo una cota de malla. Más que nada como elemento de supervivencia. Pero gracias por el las palabras de ánimo.
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