domingo, 15 de julio de 2012

ESTO SÍ QUE ES LO MÍO

Anoche, cuando me disponía a dormir, me di cuenta de que mis pensamientos no giraban en torno a papeles, presupuestos, listados de alumnos, escritos, saldos bancarios, balances, vencimientos, modelos normalizados ni presentación en reuniones, como suele suceder cada noche.

Fui consciente de que durante un rato, mi cabeza se había limpiado de preocupaciones y sólo pensaba en pintura, brochas, rodillos, espátulas, escaleras y el acabado final de una habitación dispuesta a ser remodelada.

La sensación me resultó tan agradable que me hizo recordar otros momentos en los que realizando trabajos de bricolaje, había sido momentáneamente feliz, libre de cualquier otra carga.

Hace unos meses, una amiga y yo nos dispusimos a reparar una persiana que con su cuerda rota mantenía totalmente oscura la dependencia principal de la casa. Fue fantástico. Ahí andábamos las dos, desmontando el mecanismo de la persiana, sustituyendo la deteriorada cuerda por otra nueva y calculando cuál sería la posición correcta para que al tirar de la misma la persiana subiera, al soltarla cayera y no al contrario. El resultado fue óptimo.

Al finalizar este tipo de tareas, siempre me hago la misma pregunta. ¿Qué hago yo rodeada todo el día de papeles? Realmente esto sí que es lo mío.

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