martes, 1 de mayo de 2012

ACTUALIZARSE

Al igual que mis aparatos electrónicos (principalmente, los que tienen vida propia), me piden, de vez en cuando, alguna que otra actualización, yo también intento mantenerme actualizada. Esto lo lee cualquiera que me conozca y se parte de la risa, pues aunque lo sigo intentando, no lo consigo.
Hoy, ante la imposibilidad de leer el periódico a una hora normal, por la mañana, con el café, como Dios manda, (cosa que no alcanzo casi nunca),  le he echado un vistazo a la edición digital de uno de ellos, desde mi teléfono móvil, en casa de unos amigos, mientras cenábamos.
Uno de los artículos que he leído más detenidamente, hacía alusión a la mala situación de la bolsa, la prima de riesgo y los recortes. Qué le vamos a hacer, es el tema de todos los días.
Mi comentario al respecto estaba basado en el miedo que me están dando los próximos diez años, en los que vamos a estar pagando unos intereses altísimos por una deuda pública que hoy está costando sudores vender.
¿Es que no se dan cuenta de que las consecuencias de todo esto lo van a terminar pagando las cotizaciones y los impuestos de los que hoy están en plena adolescencia?
Nos estamos quejando de la herencia que nos han dejado sin mirar la que les vamos a dejar a los que viene detrás.
Este gobierno que nos ha tocado tiene una expansiva política de recortes, pero creo que se aproxima más a la política de la asfixia. Y con tanto recortar, se están recortando hasta las posibilidades de salir de todo esto.
Difícilmente podemos crecer si no nos dejan respirar.
Pero ellos continúan ahí, siguiendo las políticas de Ángela Merkel, sin mirar más allá y sin ser conscientes de nuestras capacidades y de nuestras limitaciones. Señores, que esto no es Alemania, ni se cambia al personal en una legislatura.
Tras mis divagaciones sobre la política económica, en la que sigo estando pez, y aunque la cosa no está para reírse, inevitablemente me ha salido del alma una carcajada cuando me he dado cuenta que el artículo no era de hoy sino del día 14 de abril. Yo en mi línea.
La primera intención ha sido leer el periódico de hoy. Pero inmediatamente y siendo consciente de que no hay una mejoría notable, he decidido no actualizarme demasiado. Posiblemente mañana lea el periódico del día 15, así, como en las telenovelas, no me perderé ningún episodio de nuestra economía nacional.

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