jueves, 24 de mayo de 2012

CUANDO EL RÍO SUENA…

…a mí me duelen los oídos.
A pesar de que soy una mujer muy dada al uso de refranes, hay algunos que realmente me tocan la moral.
Durante una charla de café, ha salido un comentario que me ha dejado un poco perpleja. Ante mis dudas sobre la veracidad del mismo se me ocurrido preguntar el origen de la información por aquello de poder hacerme una composición sobre su legitimidad. Cual no ha sido mi sorpresa cuando lo que he obtenido por respuesta ha sido este refrán.
Hoy por hoy, y supongo que en algo ayuda la situación económica y social que nos ha tocado vivir, la “rumorología” está cada vez más en auge. Y por si fuera poco, la acompañamos con el bendito refrán que bastante solera aporta.
Si en algún momento le quieres levantar un falso a alguien, tan sólo tienes que lanzar el comentario y después acompañarlo de esta frasecita.
Yo particularmente, le daría un bonito feliz a este refrán, que ya dio que hablar lo suyo y lo ajeno y que cumplió su misión más que de sobra y me quedaría con otros como:
 “A quien madruga Dios le ayuda” Este está bien, aunque no espero mucho la ayuda de Dios porque lo de madrugar no es precisamente lo mío.
“A bonitas horas mangas verdes” Coherente, aunque fácil de rebatir con “Más vale tarde que nunca” o “Nunca es tarde si la dicha es buena”
“Quien te ha visto y quién te ve” Pues sí, porque estamos sujetos a continuos cambios.
“Vísteme despacio, que tengo prisa”. Muy apropiado para los tiempos que corren.
Y por supuesto, “Suegra, abogado y doctor, cuanto más lejos, mejor”, que necesita poca explicación.
Para ampliar la “cultura refranera” recomiendo una página, que aunque da pocas explicaciones, ofrece una amplia variedad.
http://iesaugustobriga.juntaextremadura.net/memoria/REFRANES.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario