Para mí, es la mejor manera de decirle adiós, pues
en esa frase lo reconocí por primera vez, viendo Terminator en el cine de la
calle Rubine en A Coruña y allí su voz se quedó grabada en mi cabeza.
Hoy nos ha dejado Constantino Romero, y aunque a sus
espaldas tuvo frases mucho más conocidas y emblemáticas dentro del cine, yo no
puedo despedirlo más que diciendo: “Sayonara Baby”
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