Tantos años buscando a los “Iluminados”, y pensando
que se estaban posicionando en el poder político y resulta que un alto
porcentaje de ellos deben estar viviendo en mi bloque.
La última de las ocurrencias, ha consistido en
quitar un interruptor de la luz, que supongo que debía estar estropeado, y
dejar el hueco con los cables bien pelados en el sitio justo para que cuando,
por inercia, intentes apretar el interruptor, te quedes allí pegado. El
interruptor es el de la entrada al edificio por la puerta de la cochera, es decir,
en el sótano, donde no llega la luz natural por ninguna parte, permaneciendo el
hueco completamente a oscuras independientemente de la hora del día. La altura
del interruptor, pues la que suelen tener siempre, la adecuada para que
cualquier niño meta, no los dedos, sino la mano entera.
Semejante hazaña debe ser, sin duda, de algún
iluminado.
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