No sé si será por la edad, pero cada vez con más
frecuencia mis abuelos vuelven a mi memoria en el desarrollo de mis actividades
diarias.
“Es de bien nacida ser agradecida” Esta es una frase
que me inculcaron desde muy pequeñita, la entendí enseguida y la pongo en
práctica con frecuencia.
La de “Hija, esto son panes prestados” me costó un
poco más, pues no entendía que tenían que ver los panes con las muñecas que me
regalaba algún vecino por mi cumpleaños o con los helados que nos traía un
vecino del pueblo cercano donde pasábamos los veranos. Ahora lo entiendo, pues
mi abuelo les arreglaba los motores de los pozos y no les cobraba por ello.
Este año creo que he tenido un excesivo tráfico de
panes prestados, y con esto de ser bien nacida voy a tener que elaborar una
lista de los panes que tengo que devolver.
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