jueves, 11 de octubre de 2012

LA TOSTADA


El mundo del desayuno fue un descubrimiento de mi edad adulta.
El entorno laboral me fue inculcando costumbres que hasta ese momento no formaban parte de mi vida. Desayunar y hacerlo fuera de casa.
Durante un par de años, a media mañana, mis compañeros y yo ejercíamos nuestro derecho a un tiempo de descanso que nos proporcionaba el Estatuto de los Trabajadores y aprovechábamos para tomar café y tostada.
Por esos entonces, y no estoy hablando de hace tanto tiempo, se elegía entre media de aceite, media blanca, media de paté o media catalana (con o sin jamón). Esta última ahora se le llama de tomate, porque lo de catalana, al parecer, no está muy bien visto.
De un tiempo a esta parte y por razones que no vienen al caso, opté por desayunar en mi casa, antes de salir, aunque no por eso renuncié a mi media hora de descanso para tomarme un café que últimamente se han convertido en veinte minutos y para tomar descafeinado.
Es ahí, en ese “kit kat” diario, donde cada día me sorprendo más sobre la evolución del mundo del desayuno. Es como las nuevas tecnologías, en muy poco tiempo ha cambiado tanto que si tuviera que pedirme una tostada, no sabría cómo hacerlo.
Además del tipo de pan que va desde el mollete a la baguette pasando por el pan de Viena o el “pan pan” en su versión normal o integral, podemos poner encima casi cualquier cosa que se nos ocurra. Y cuando digo cualquier cosa no estoy exagerando ni una pizca.
Hay bares que se mantienen (sin actualizarse) en sus tradicionales tostadas de toda la vida, mientras que en entornos cercanos a centros de trabajo muy transitados han surgido como las setas bares especializados en desayunos y por el mismo módico precio que los anteriores, te sirven tostadas a la carta.
Así por 2,00€ puedes tomar café con leche y media de atún con queso fundido,  zumo de naranja con media de lomo con rulo de cabra o un té rojo con rulo de cabra con mermelada de arándanos.
Ante mi cara de sorpresa por el contenido del desayuno, mis compañeras especifican que las suyas (las tostadas) son de las más normalitas, pues hay quien la pide de pimientos asados, de tortilla de patatas o de cosas por el estilo.
Todavía no me ha dado por probar pimientos asados con café con leche, pero nunca se puede decir de esta agua no beberé, por lo que voy tomando nota y durante el fin de semana, con algo más de tiempo para preparar y degustar realizo mis pequeños avances en el mundo de las tostadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario