sábado, 8 de septiembre de 2012

UNA IMAGEN ENTRAÑABLE

Esta tarde una imagen entrañable se ha apoderado de mí.
La mirada de complicidad entre mi sobrino de cinco años y mi madre valía su peso en oro.
Gugu (así es como llamo cariñosamente al niño) miraba sonriendo y con cara de pillo a su abuela mientras intentaba desmontar un truco de magia que una de sus primas les estaba haciendo.
En ese instante, la felicidad de mi madre hacía que se le iluminara la cara y le ha salido una sonrisa que le brotaba desde lo más hondo de su alma.
Hoy para mí ha sido la imagen del día, lástima no haber tenido una cámara a mano.

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