sábado, 29 de septiembre de 2012

LA TEORÍA DEL CAMBIO


Por las circunstancias acaecidas en el día de hoy, al llegar a casa, ya un tanto agotada, pero sin un ápice de sueño, mi mente y mis manos se han volcado en internet en la búsqueda del significado de la palabra cambio. Esta palabra me ha acompañado, cual perrito faldero, a lo largo de todo el día.
Wikipedia en su enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Cambio, me ha ofrecido el siguiente significado:
Cambio es el concepto que denota la transición que ocurre cuando se transita de un estado a otro.
En sí no me dice nada que no sepa, pero me permite analizar y reflexionar y entonces se me viene a la mente una frase de Albert Einstein (creo): “Si buscas resultados diferentes, no sigas haciendo lo mismo”.
Tampoco me aporta mucho, pues realmente no buscaba resultados diferentes.
Mi mente ha seguido revolviéndose en sus recuerdos hasta llegar a la universidad, a la clase de sociología (¡que bonita asignatura!) cuando el profesor Pérez Rubio nos habló de la Teoría del Cambio.
Desde entonces ha llovido mucho (unos años más y otros menos) y se ha seguido escribiendo mucho al respecto, pero en todo momento se habla de un cambio buscado y deseado.
Y mi pregunta es: ¿Qué resuelve esta teoría cuando es el cambio el que te busca a ti y una vez te atrapa no te suelta?
Creo que en algún momento me he visto envuelta en la Teoría del Cambio de alguien. Hoy soy un factor dentro de un flujograma o mapa estratégico. Me ofrecen, que no imponen, el cambio, sin embargo mi decisión afectará a otros componentes, que a lo mejor no tienen la opción de elegir.
De momento y en proceso de asimilación del cambio, dedicaré el fin de semana a pensar en otra cosa, pues de lo contrario, el lunes, cuando se ejecute el cambio de puesto de trabajo quizá llegue demasiado agotada y no encuentre la nueva ubicación, ni al nuevo jefe, ni a los nuevos compañeros ni a mi nueva yo.

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