domingo, 26 de agosto de 2012

LA NECESARIA LECTURA LIGERA


En estos días en los que he podido disfrutar de mi tiempo, he pasado varias veces por la biblioteca. Algunos libros a los que les tenía echado el ojo y algunos otros que han llamado mi atención desde la estantería han sido los seleccionados para deleite de mis ojos y mi mente.
Curiosamente me he movido por dos líneas que yo pensaba paralelas y que sacándome de mi error convergieron en más de una ocasión.
La posguerra española y la novela gráfica me parecían dos buenas opciones para ir alternando, pero al final, entre otros, terminé leyendo una novela gráfica sobre los efectos de la segunda guerra mundial y los campos de concentración alemanes.
En mi última visita al templo de los libros para realizar la entrega de todos los que me había leído y retirar algún otro, opte por cambiar el tema, pues mi alma ya estaba tocada después de tanta guerra y tanta desazón.
Se me ocurrió tocar el tema futurista, pero en todos aquellos que cayeron en mis manos, la guerra volvía a ser la protagonista. Eso sí, en planetas desconocidos, con seres inimaginables, en medios de transportes imposibles, armas con el mayor poder destructivo posible y nada de sentimientos.
Definitivamente me decidí por algo actual, ni pasado, ni futuro. Un poco de superficialidad y frivolidad y ciudades conocidas como Barcelona, Londres y Nueva York me permitirán limpiarme de tanto sentimiento y leer sin tener que darle vueltas a mi cabeza.

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