Creo que nos estamos equivocando con la educación de nuestros hijos.
La gente normal, intenta inculcar a las nuevas generaciones virtudes como la bondad, la responsabilidad, la coherencia, la solidaridad y otras similares. En definitiva creemos estar educando buenas personas, aunque realmente estamos criando delincuentes en potencia.
Por el contrario, si ya desde pequeñitos le ensañamos a delinquir, al inicio de su adultez serán auténticos profesionales. La experiencia siempre es un grado.
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