martes, 11 de marzo de 2014

"ESCLAVITUD" EN SOLEDAD

Es la primera vez en mi vida que me pasa. Una sala de cine para mí sola.
La elección de la película quizá no haya sido acertada: 12 años de esclavitud. Lo bueno, que he podido llorar, sobrecogerme y taparme los ojos y los oídos a mis anchas. No molestaba a nadie y nadie podía decirme nada.
Para ver esta película y disfrutar de ella, hay que ir concienciado, tener claro lo que vas a ver y asumirlo: mucha injusticia, sufrimiento, indignación, pena y ni un ápice de esperanza. Todo el salvajismo y la maldad de la que es capaz el ser humano. La esclavitud.
El protagonista, después de esos doce años consiguió su libertad, pero todos aquellos que quedaron allí, y los que llegaron después y los que nacieron y murieron esclavos… Una barbarie con un grado de realismo impactante.
La interpretación, magnífica y el dolor que trasmiten, tremendo.
La anécdota la aportó el tráiler que pusieron antes de comenzar la película, Yo, que me asusto de mi propia sombra y que de las películas de miedo no veo ni las carteleras, tuve la bendita suerte de que me pusieran el tráiler de la “La hermandad”. No lo tengo muy claro, pero creo que debe ser de las últimas, de terror, que ha hecho Belén Rueda y que por supuesto no pienso ir a ver. Ahí también pude chillar, pero creo que ni la voz me salía del cuerpo.

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