domingo, 10 de junio de 2012

EL LADRÓN DE ENERGÍA

Hay personas con capacidad para absorber la energía de los demás. Había oído algo sobre el tema, pero sentirlo es diferente.
No entendía por qué después de sus llamadas o los encuentros personales que hemos mantenido siempre me dolía la cabeza y terminaba totalmente agotada. De forma habitual lo achacaba a las horas a las que se producían estos eventos, normalmente por la tarde o casi de noche. Sin embargo, después de una reunión a primera hora de la mañana, me sentí exactamente igual que si fueran las doce de la noche. Él, por el contrario, más bien tranquilo al inicio de la jornada, abandonaba el lugar pletórico al finalizar el trabajo. Noté que la mayor parte de esa energía que iba derrochando había sido mía un par de horas antes. Él es una persona con esa capacidad y yo he sido su víctima en más de una ocasión.
Ya sólo me falta averiguar cuál es el mejor remedio para evitarlo. No necesito ni un generador ni un acumulador, tan sólo necesito un retenedor de energía.

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