lunes, 3 de febrero de 2014

LA GOMA LOCA

Escribí una historia. Me pareció divertida y decidí dibujarla. Durante unos días creía que aquella historia se entendería mejor contada por esos personajes que fluían por mi cabeza y los plasmé en un papel.
De pronto aquella historia se cayó. Perdió su sentido propio y creo que hasta el sentido en general, y una goma de borrar eliminó todo el texto.
Observando los dibujos pensé que podía ser una historia muda y la goma de borrar fue haciendo algunos cambios, aunque, tras ir moldeando líneas y cambiando algunas expresiones faciales, aquello se parecía cada vez menos a lo que aquellos personajes querían contar al principio, y la goma de borrar se volvió loca. Ya no sabía qué borrar y comenzó a deslizarse de forma aleatoria por aquel boceto lleno de dibujos, algunos de esta historia y otros no. Los bocetos, son lo que son, y no siempre contienen lo que deben. El dibujo de al lado, ajeno a toda esta historia y preso de pánico, no pudo más que poner esta cara:


Después del susto, y advertida por la siguiente imagen, sólo pude cerrar el blog de dibujo y evitar más catástrofes.
  
 
Este dedo me ayudó a tomar la decisión. Por un tiempo me estaré quieta y al menos daré tranquilidad a esos dibujos que nada tienen ya que ver con el ir y venir de mis peregrinas ideas.

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