Hoy leía en un blog (El butano popular) que la culpa la tienen los bares
y los que en ellos “habitan”. Evidentemente sin leer mucho más, ya se sabe de
qué están hablando.
Pero no sé yo que decir, porque este sistema ha
estado y sigue estando en auge, aunque ahora se le cambia el nombre y ya está.
Ahora se le llama Networking.
De toda la vida los mejores contactos se han hecho
en los bares y restaurantes y los mejores negocios se han cerrado en idénticos
lugares. Ahora hacemos Networking que da mucho juego, primero porque es en un palabro inglés y segundo porque casi que se puede
hacer en cualquier sitio y sirve para lo mismo: hacer contactos y cerrar
negocios. Eso sí, ahora se improvisa menos, se organiza muchísimo más y se
estudia la forma de concentrar la mayor cantidad de información posible en el
menor tiempo y de la forma más atractiva o llamativa. Vamos, lo que viene a ser
una forma estresante de tomarte un café e intercambiar tarjetas como lo
hacíamos con los cromos repetidos, en la puerta del patio del colegio, cuando el
timbre del recreo nos anunciaba que la profesora o profesor nos estaba
esperando en la clase.
Sinceramente prefiero el café, la cañita, el vinito
o el refresco correspondiente, sin que nadie te esté presionando. ¿Qué el
asunto es interesante? El café se alarga y puede acabar en cañita, comida, café
y copa, si me apuras. ¿Qué el asunto no interesa? A la segunda caña buscas
cualquier excusa y a otra cosa mariposa; como se ha hecho toda la vida. ¿Menos
contactos en tu lista? Sin duda, pero también te aseguras que son de más
calidad.
Y es que como se está en un bar, junto a la barra, con el bullicio de fondo y los empujones de los que entran, salen o van al baño, que se quiten todos los networking del mungo.
No obstante, para el gusto... los colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario