miércoles, 26 de junio de 2013

DESTINO GALICIA



No era tan fiero el lobo como lo pintaban.
Diecinueve alumnos y alumnas que durante unos días, les guste o no les guste, han pasado a ser mis niños.
El estar con ellos y ellas, mañana, tarde y noche, enriquece y, supongo, que también cansa, aunque en esta ocasión he de decir que mucho menos de lo que pensaba.
Es normal, son de los buenos, de los ganadores, aunque de vez en cuando hay que recordarles que no están en casa y que los pasillos del hotel no es la calle de marcha de su localidad.
Ayer tocó todo el día de viaje y el cansancio hizo mella en sus ganas de comerse toda Galicia en una noche.
Hoy, por si tenían intenciones, las actividades del día no han dado tregua: Visita turística en A Coruña incluyendo una visita a la empresa Igalia y visita a la editorial Kalandraka en Vigo, y aunque el cansancio es menor, siguen unidos a las habitaciones del hotel.
Ahora es cuando toca recordar aquellas excursiones de instituto, en mis años de estudiante, cuando los profesores intentaban no dejarnos respirar.
Esta tarde, entre los comentarios de sobremesa de los profesores resurgen nuestras anécdotas. Eran divertidas entonces y lo siguen siendo ahora, aunque sólo cuando nosotros éramos los protagonistas, totalmente exentos de responsabilidades. Hoy la cosa pinta de otro color.
De momento, no nos podemos quejar mucho. Todo va sobre ruedas y conforme al programa previsto, salvo alguna curiosidad gastronómica (de tres comidas que llevamos en Galicia, no se ha probado el pescado ni el marisco y hemos comido tres veces pasta) y algún despiste del conductor que nos ha amenizado los desplazamientos pasando varias veces por el mismo sitio o dando marcha atrás con el autobús proporcionándole emoción al trayecto. En fin, cosas del directo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario