No hace mucho tuve que comprarme un colchón nuevo.
Resultó divertido y sobre todo reconfortante.
Hay colchones que tienen la función de invierno y la
de verano, dependiendo de qué cara del mismo se ponga hacia arriba.
El mío, después de un tiempo, me di cuenta de que no
trae esa función, pero si la de absorber o repeler. No sé si tiene algún tipo de
detector de cansancio o algo así, que hace que, a veces, te expulse de la cama
obligándote a ponerte en marcha y otras veces te succione quedándote pegado a
él y sumiéndote en un reparador sueño.
El caso es que hoy se ha puesto en marcha la de
absorción y no ha habido fuerza en la tierra ni fuera de ella, que haya
conseguido separarme de él hasta las cinco de la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario