viernes, 19 de julio de 2013

THIGH GAP, “DÓNDE VAMOS A IR A PARAR”

Ayer, mientras comía con mis padres, en su casa, donde solemos pasar los veranos, mi padre emitió un “Dónde vamos a ir a parar” que me sobrecogió un poco.
Su mirada apuntaba hacia la televisión que emitía noticias a las que yo no les prestaba mucha atención, pues charlaba de forma entretenida con mi madre.
Como es costumbre de mi padre invitar a acompañarnos en nuestras comidas, a toda la clase política y judicial con sus respectivas familias, hice caso omiso al comentario  para evitar semejante acompañamiento.
No obstante, mi padre insistió en sus comentarios y al resto de los comensales no nos quedó más remedio que mirar hacia la tele y ver qué era eso que estaba sucediendo y que le estaba alterando de esa manera.
El fenómeno se llama Thigh Gap, y consiste en una nueva moda estética que promueve que las mujeres, principalmente adolescentes, consigan tener las piernas tan delgadas que provoquen que entre ellas haya un espacio lo más amplio posible, es decir, que los muslos ni se toquen, tal y como muestra la imagen.
Imagen obtenida de Informativos Telecinco
Una vez más, y como suele ser habitual en mí, vuelvo a no ir a la moda, ni a tomar el más mínimo interés por hacerlo. Además de resultarme estéticamente horrible, me parece una auténtica salvajada física.
La preocupación de muchos padres y madres, radica en la forma que este tipo de modas pueden afectar a los miembros, en este caso, femeninos de sus familias, y en el caso de mi padre, concretamente, son mis sobrinas, que acaban de entrar en esa etapa, donde suelen ser más vulnerables e influenciables.
Como decía mi abuelo en estos casos, lo mejor es que no te toque. Pero lo realmente lamentable es que le toque a alguien; que se siga promoviendo la delgadez extrema con el riesgo que eso conlleva de derivar en enfermedades como la anorexia y que no haya forma de parar un fenómeno estético-social que atenta contra la salud.
Al parecer ya hay páginas en internet, con todo tipo de indicaciones, dietas, ejercicios e incluso la cirugía, para conseguir semejante aspecto. No dejo ningún enlace por razones más que obvias.
Facebook, quien puede permitirse el lujo de censurar páginas donde aparecen fotografías de torsos femeninos desnudos, simplemente porque no les parecen adecuadas, tiene una página para el thigh gap que ya cuenta con más de tres mil seguidores. Hay que entender, por tanto, que esta moda estética, cuenta con el beneplácito de esta famosa red social.
Como decía mi padre, y con toda la razón del mundo: “Dónde vamos a ir a parar”.

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