viernes, 9 de agosto de 2013

EL EFECTO McCLINTOCK EN LA ITV

Al igual que las mujeres, cuando convivimos o pasamos mucho tiempo con otras mujeres, tendemos a sincronizar nuestras reglas, por lo visto debido a algo que se llama el Efecto McClintock, hay algunos aparatos que tienen la misma tendencia.
En las mujeres, al parecer, es debido a unas sustancias químicas que se denominan feromonas y de las que se desconoce casi todo. En los aparatos mecánicos, desconozco cuál es el motivo, por lo que empiezo a sospechar que mi coche y los de mi círculo más cercano, también deben tener esas feromonas.
En el último mes, casi todos los que conozco han tenido que llevar su vehículo a la revisión anual de su estado de salud, en las instalaciones de la Inspección Técnica de Vehículos.
Durante este tiempo, la mecánica ha entrado en nuestras conversaciones de forma más o menos sistemática, pues todos nos hemos ido preocupando por el estado de cada uno de los coches. Algunos son jovencitos y han pasado con alegría, como el que se coge un día libre para ir a por recetas. Otros, de edad muy avanzada, iban con algo de miedo, casi temblando, diría yo, hasta el punto de que al salir de la Inspección, ya lejos de las instalaciones oficiales, se le cayó un espejo retrovisor. Y en mi caso, que ha sido el último y ya empieza a tener una edad, contaba con la experiencia del año anterior, que al intentar pasarla, estuvo ingresado en un taller durante casi un mes, así que le hemos añadido algo de suerte con el parámetro “horario” pasándola este año a las tres y cuarto de la tarde.
No falla, si vas a horas intempestivas, la pasas fija. Y es que a última hora no quiere trabajar ni Dios, y a primera hora no se han puesto las pilas todavía.
De momento no sé si por el efecto McClintock, por la feromonas o por cuestiones puramente circunstanciales, podemos aparcar el tema “mecánica” hasta el año que viene por las mismas fechas. A ver si entonces tenemos todos la misma suerte.

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