Dicen de las
mujeres que no hay Dios que las entienda. Puede que tengan razón, pues ellos,
(los hombres), los que habitualmente lo dicen, son muy dados a querer llevar
siempre la razón, y yo muy amablemente se la doy.
Sin embargo, a
mí me gustaría saber en qué librería de las especializadas (pues en las
normales no lo hay) está el libro de instrucciones de los hombres. De esos que
dicen tener una mente simple, que no hablan nunca con segundas intenciones sino
con claridad y que el tema sentimental les parece una ñoñería. Esos que ven las
cosas en colores primarios, que la moda les importa un carajo y lo que opinen
los demás un bledo (siendo fina).
Yo, rodeada de
muchos hombres por distintas circunstancias de mi vida laboral, familiar, social
y sentimental, me los he ido encontrando de todas las clases y colores, excepto
simples, claros, “antisentimentales”, monocromáticos y de vuelta de las
cuestiones sociales.
En fin…
¡Hombres!
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