domingo, 11 de noviembre de 2012

LA BALANZA


Tomar una decisión no siempre es fácil, pero para ello podemos contar con el sistema de la balanza. Elaborar una lista de ventajas y otra de inconvenientes, y comprobar, como si en una balanza se colocara, cuál de las listas tiene más peso, facilita bastante la cuestión.
El problema viene, cuando a ambas listas, que son bastante objetivas, añadimos elementos subjetivos como el compromiso, los sentimientos, la lógica o cualquier otro de esta índole.
Vamos, con esto vengo a decir que me está costando la propia vida tomar una decisión sobre una cuestión que, aunque es importante, no alterará en absoluto mi estilo de vida, mi economía, ni mi situación laboral.
No quiero ni pensar si ahora mismo tuviera que tomar decisiones trascendentales, aunque por si se me diera el caso debería ir buscando balanzas capaces de pesar cosas como el cariño y la empatía a la vez de una completa lista de pros y contras.

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