miércoles, 28 de noviembre de 2012

DÍAS DE 48 HORAS


En días como el de hoy, sigo pensando que necesito que los días duren 48 horas y que mi cuerpo pudiera aguantarlas.
Llegando la hora de acostarse toca balance del día, pero el agotamiento casi me lo impide.
En un rápido repaso mental se agolpan y se entremezclan en mi cabeza las conclusiones de una reunión, la presentación de una propuesta de trabajo, preparación de la reunión de mañana, lectura y contestación de correos, llamadas telefónicas indiscriminadas, viaje de trabajo, pasar por la peluquería, recoger a una de las niñas, ducha, cena y charla.
Sin embargo, hecho el balance, creo que por hoy es suficiente. Si tuviera más horas las cosas podrían complicarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario