Todos los años, por estas fechas solemos rondar por
un pueblo cercano, Robledillo de Trujillo. Allí nos llevan asuntos familiares
propios de las fechas y como “cae” cerca…
Es la segunda vez que la visitamos y creo que
institucionalizaremos la visita. La verdad es que merece la pena. Dehesa
Extremeña, buen tiempo y mejor compañía. ¿Qué más se puede pedir?
Uno de mis sobrinos, al ver la foto, me preguntaba
muy sorprendido: ¿qué son esas cosas que
cuelgan del árbol y llegan hasta el suelo? Mientras el señalaba los
puntales que sujetan algunas de las ramas, yo le explicaba que son como los
bastones que usan algunos abuelitos cuando ya no pueden caminar bien, que sus
ramas pesan demasiado y que necesita esos “bastones” para sujetarlas.
_Ahhhh, que bien, no
sabía yo que la ortopedia servía también para los árboles. Pero me tendrás que
llevar a que la vea, porque cada vez va a estar más viejita y puede ser que un
día de estos, cuando queramos ir, ya no esté._
Su comentario, después de mi explicación, me sacó una
buena carcajada y el firme compromiso de llevarlo a verla dentro de poco.
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