Ayer, mientras comía con mis padres, en su casa,
donde solemos pasar los veranos, mi padre emitió un “Dónde vamos a ir a parar”
que me sobrecogió un poco.
Su mirada apuntaba hacia la televisión que emitía noticias
a las que yo no les prestaba mucha atención, pues charlaba de forma entretenida
con mi madre.
Como es costumbre de mi padre invitar a acompañarnos
en nuestras comidas, a toda la clase política y judicial con sus respectivas
familias, hice caso omiso al comentario para
evitar semejante acompañamiento.
No obstante, mi padre insistió en sus comentarios y
al resto de los comensales no nos quedó más remedio que mirar hacia la tele y
ver qué era eso que estaba sucediendo y que le estaba alterando de esa manera.
El fenómeno se llama Thigh Gap, y consiste en una
nueva moda estética que promueve que las mujeres, principalmente adolescentes,
consigan tener las piernas tan delgadas que provoquen que entre ellas haya un
espacio lo más amplio posible, es decir, que los muslos ni se toquen, tal y
como muestra la imagen.
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Imagen obtenida de Informativos Telecinco |
Una vez más, y como suele ser habitual en mí, vuelvo
a no ir a la moda, ni a tomar el más mínimo interés por hacerlo. Además de
resultarme estéticamente horrible, me parece una auténtica salvajada física.
La preocupación de muchos padres y madres, radica en
la forma que este tipo de modas pueden afectar a los miembros, en este caso,
femeninos de sus familias, y en el caso de mi padre, concretamente, son mis
sobrinas, que acaban de entrar en esa etapa, donde suelen ser más vulnerables e
influenciables.
Como decía mi abuelo en estos casos, lo mejor es que
no te toque. Pero lo realmente lamentable es que le toque a alguien; que se
siga promoviendo la delgadez extrema con el riesgo que eso conlleva de derivar
en enfermedades como la anorexia y que no haya forma de parar un fenómeno estético-social que atenta contra la
salud.
Al parecer ya hay páginas en internet, con todo tipo
de indicaciones, dietas, ejercicios e incluso la cirugía, para conseguir
semejante aspecto. No dejo ningún enlace por razones más que obvias.
Facebook, quien puede permitirse el lujo de censurar
páginas donde aparecen fotografías de torsos femeninos desnudos, simplemente
porque no les parecen adecuadas, tiene una página para el thigh gap que ya
cuenta con más de tres mil seguidores. Hay que entender, por tanto, que esta
moda estética, cuenta con el beneplácito de esta famosa red social.
Como decía mi padre, y con toda la razón del mundo: “Dónde
vamos a ir a parar”.
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